Una tarde llena de momentos: momentos de juegos, miradas, silencios, gritos, saltos, calma...y magia, mucha magia. Con estas caritas no puede ser de otra manera!!
Gracias Julia (madre e hija) por confiar en mi trabajo y , sobre todo, dejarme hacer. Dejarnos hacer.
¡Feliz merienda! :D




Gracias! Pero ya no puedo más, que me va a doler la tripa!



























NOTA: Gracias a Casa Chustin por esos pompones rosas que forman parte del atrezzo! (sobre todo a Susana ;) )