NyM o la dulzura personificada

31 agosto 2016

Normalmente suelo pasármelo bien en las sesiones. Una vez pasados los nervios de los primeros momentos, la toma de contacto y romper el hielo. No, no solo les cuesta a los que se ponen delante de la cámara. Los que estamos detrás generalmente también necesitamos nuestro tiempo.

Con N y M no fue menos (lo de pasármelo bien). Es más, me encantó que no tuvieran reparo en mostrarme la complicidad que había entre ellos, esa que solo los que son mellizos o gemelos saben. Es una complicidad que va mucho más allá de ser hermanos. Aparentemente todo es normal, pero se palpa en el ambiente que hay algo que los une mucho más especialmente...

Además son dos niños que irradian ternura.  No se muy bien cómo explicarlo con palabras...Mejor lo veis vosotros mismos...