Como os comentaba ayer, esta es una de las sesiones más especiales del 2014. Llevo rato dándole vueltas a por dónde empezar...y no se muy bien si sabré expresar lo que quiero... pero allá voy.
Amparo y yo nos conocimos hace ya 4 años gracias a un curso on line y el grupo que se formó después y con el que seguimos en contacto. No se muy bien por qué de entre las tropecientas personas que éramos, conectamos. Supongo que si crees en la causalidad puedas darme una respuesta.
Hemos coincidido en muchos más cursos on line y presenciales y hemos compartido muchas primeras veces en el mundo de la fotografía, proyectos, muchos nervios, muchos miedos, muchas risas y mucho de todo... Yo solo puedo decir que es un lujazo tenerla como compañera y amiga. Es generosa como pocas personas que he conocido y una profesional como la copa de un pino. ¡Para colmo nuestras familias han conectado a la perfección!
Así que cuando me dijo que quería que le hiciera una sesión familiar, he de confesar que me temblaron las piernecillas y sentí una responsabilidad enorme, pero a la vez me sentí más que agradecida de que pensara en mi para poder tener esos momentos tan especiales (más aún cuando nosotras somos las que estamos tras la cámara y no vemos nunca el momento de ponernos delante con los nuestros).
No puedo estar más contenta con el resultado, y más sabiendo que a ellos también les ha gustado. Lo mejor, el recuerdo que nos quedamos de ese día que pasamos con nuestras familias.
Así que gracias también porque tus recuerdos son los míos. Y gracias, sobre todo, por seguir ahí y ayudarme (aunque tú me digas que no) y caminar conmigo.... Y LO QUE NOS QUEDA!!!
Un besazo familia!